Es necesario para determinar que esté libre de microorganismos
patógenos, de minerales y sustancias orgánicas que produzcan efectos
fisiológicos adversos.
Siempre deberá ser
estéticamente aceptable y exenta de turbidez, color, olor y sabor desagradable.
Por lo tanto, ésta será apta
para la alimentación y uso doméstico, sin cuerpos extraños de origen biológico,
orgánico, inorgánico o radioactivo en tenores que atenten contra la salud.